La sobrina de Aznar lanza pullas a su tía por irse a un spa tras el Madrid Arena y habla del ‘caso Bárcenas’: “Cuando el río suena…”

El desnudo de Aran Aznar, sobrina de José María Aznar, en la revista Interviú ha causado malestar en la familia del expresidente del Gobierno, quien “está muy enfadado”, según ha explicado ella misma a ELPLURAL.COM. Sin embargo, en su reportaje también hay una entrevista donde Aran habla largo y tendido de cómo es la faceta familiar en casa de sus tíos: “José María es un cachondo mental y un gamberro (…) Ana es la mandona, la que lleva los pantalones en casa”.

Aran asegura que empezó a ser “una bala perdida” en su adolescencia, mientras “el rsto de los primos eran todos muy formalitos, siguieron el canon de la familia: estudiar, sacarse una carrera, tener hijos, todo en orden…”.

“Cada vez que montaba una gorda me mandaban al despacho de mi tío José María para que me echara la bronca”, explica la sobrina de Aznar, “la última, cuando dije que no quería estudiar. Él estaba de presidente de Castilla y León, pero tenía un despacho en Madrid”.

A pesar de esa faceta de duro – “es un poco serio si te echa la bronca”-, Aran asegura que en la intimidad “es un cachondo mental (…) está todo el día haciendo bromas”. Y pone ejemplos de las comidas familiares, como la del Día de Reyes, que todos los años celebran en casa de “mi abuela Vir”, la madre del expresidente: “para que nos riamos le puede poner los cuernos a mi abuela, se puede poner a jugar con la servilleta o darte un codazo para enseñarte la comida que tiene en la boca”.

Ara asegura que “conmigo ha sido muy generoso y cariñoso”, aunque tiene un pero: “Es una persona honesta, que a lo mejor podría haberme ayudado a encontrar algún trabajo… pero no se lo reprocho”.

Sobre su tía Ana Botella, alcaldesa de Madrid, asegura que “es la que pone firme a todo el mundo, es la mandona, la que cortaba el rollo, la que lleva los pantalones en casa”, aunque añade que “es un encanto con los niños, nunca le falta una sonrisa”.

Aran trabaja en importantes discotecas de la capital, por lo que es obligada la pregunta sobre la gestión de su tía en el Madrid Arena: “Creo que mi tía no tiene la culpa en las muertes, sería injusto culparla, pero está claro que no se tenía que haber ido al día siguiente a un ‘spa’, tenía que haber guardado luto, eran niñas y es tu ciudad”. Y añade que “es como si se te muere alguien tu casa, no te puedes ir”.

La sobrina de Aznar también estuvo en la famosa boda de El Escorial, y de entonces recuerda que le impuso “bastante” la presencia de “Silvio Berlusconi, Flavio Briatore, varios ministros…”. “Allí comprendí el poderío de Alejandro [Agag]: Berlusconi vino a la boda por él, no por mi tío”. A continuación, Aran asegura que “el braguetazo lo dio mi prima, sin duda” al casarse con Agag. “Yo los conocí cuando era novios y Alejandro ya apuntaba que era una máquina, un tipo muy simpático pero con muy buenos contactos”.

De la ceremonia también recuerda que allí estuvieron El Bigotes y Francisco Correa, cabecillas de la trama Gürtel. “Al único que conocía era a Álvaro. Le conocí en un Fitur, yo tenía una agencia de eventos y azafatas, y estaba asociada a una empresa valenciana. Cuando el PP hacía actos en Valencia, contrataba a esta empresa”.

Por último, Aran tiene tiempo hasta de comentar el escándalo de los supuestos sobre de Luis Bárcenas a la cúpula del PP: “Es una salvajada, al final van a estar todos pringados. No quiero hablar mal de nadie, pero cuando el río suena…”.

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